domingo, 14 de marzo de 2010

El Siglo de las Luces

Escribo esta entrada especialmente inspirado por los apagones que suceden a diario por 2 horas en mi ciudad (y la mayor parte de mi país). Tengo todo mi derecho de quejarme porque en 1998 teníamos una capacidad instalada de 24mil Mw, o cercano a ello, y ahora estamos generando cerca de 16mil Mw, la demanda está en 22mil Mw. pero la culpa, según Chávez, es de nosotros por despilfarradores. Después de 11 años, no se le ocurrió hacerle mantenimiento a ninguna planta ni construir otra, pero la culpa es de nosotros por despilfarradores...

En fin, podría seguir dando mi opinión al respecto pero en verdad fue otra cosa la que me animó a escribir hoy.

Últimamente, visito mi hogar a eso de las 7pm, y justo a esa hora les toca el racionamiento eléctrico. Les cuento que esas horas que he pasado allá sin energía han sido de las mejores que he compartido en familia durante los últimos años. Todos sentados en la sala a la luz de las velas, recordando cómo eran las cosas antes. Pero no antes en la cuarta república sino antes de eso, cuando de verdad no habían tantos aparatos eléctricos y las cosas funcionaban a gas o con carbón.

Conversábamos animadamente de nuestras familias lejanas, o de películas. Nos reíamos de cómo tomábamos la electricidad por sentada. Cómo a sabiendas de que no había luz, seguíamos tratando de encender el microondas, o declarábamos que el bombillo de la nevera se había quemado, para luego caer en cuenta de que todo eso necesitaba energía también, yo mismo fui objeto de burla cuando en 2 oportunidades golpeé el horno eléctrico porque no quería prender.

Estabamos recordando las planchas esas que se calentaban con carbón, y luego las que tenían esa bombonita que se llenaba con keroseno que podía explotar mientras planchabas. Recordábamos cuando en las noches de los pueblos no había luz y todos salían a jugar al escondite, mientras los viejos echaban cuentos de espanto y chismes al frente de sus casas. Aquellos tiempos en que en verdad era necesario bañarse con totuma, o había que hervir una olla con agua para poder tener agua caliente. Los niños salían a la calle y jugaban con trompos, yoyos y gurrufíos, jugaban metra, escondite y la "eres" y gritaban y corrían por la calle.


Esos tiempos eran tiempos más felices que el de ahora, al menos para mucha gente pero estaban destinados todos a trabajar muy duro por tener ciertas comodidades. Hasta que el siglo 20 trajo agua y luz para todos en Venezuela. La gente por fin podía estar en sus casas calientes y cómodos durante todo el día, y podían dedicarse a más tareas en un día por no tener que perder tiempo calentando ollas ni encendendo piedras para realizar los quehaceres del hogar. Uno se podía bañar con agua fría o caliente segun uno se sintiera más a gusto y uno podía al fin hacer todo eso y estudiar y trabajar. La mujer dejó de ser esclava del hogar y tenía tiempo libre para hacer lo que quisiera con el, incluso graduarse y ayudar económicamente en la familia. Todo eso lo trajo la electricidad.

Uno no se llega a imaginar lo dificil que eran ciertas tareas cuando la electricidad no era para todos. Lavar, planchar, cocinar, escuchar música, distraerse, leer en la noche, calentarse un café, tomar agua limpia y/o fría. Todo eso requería mucho tiempo y trabajo antes de la llegada de la electricidad. y menos mal que nuestros gobiernos trataron por todos los medios de hacerla llegar hasta todos los hogares de Venezuela.

Es una lástima que el mayor avance que tuvimos en el siglo 20, se haya ido en el siglo 21.


1 comentario:

  1. Bueno hay diferencias en materia de opinión personal, pero me gustó bastante el artículo, quizás esa forma historicista, dramática y hasta comica que utilizaste para redactarlo me atrajo.

    Muy bueno! :)

    Verónica Medina

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