martes, 20 de mayo de 2014

Venezuela vista desde afuera

19 de mayo de 2014

No hay dudas acerca de la mala imagen que a nivel mundial se ha ganado el gobierno nacional. Primero, por la brutal forma como ha reprimido la protesta estudiantil y social de estos últimos meses. Y segundo, por ser el único país que disfruta del nada honroso record de haber dilapidado más o menos el equivalente a tres planes Marshall en apenas 14 años.
Pero esa imagen, excepto para gobiernos “amigos” de la revolución y esa izquierda alcahueta que apoya cuanta vagabundería se cometa en nombre de la lucha antiimperialista, no es reciente y nunca los desmanes y desafueros revolucionarios chavistas han pasado desapercibidos para expertos, estudiosos y observadores atentos a la realidad gubernamental a nivel planetario. Diversas instituciones han ideado índices para medir múltiples factores sociales, políticos, económicos, ambientales, de felicidad, etc.
Recientemente salió a la luz pública el índice de progreso social y, a diferencia de lo que la propaganda oficial intenta vendernos, Venezuela aparece allí muy mal parada. Ocupa el puesto 67 entre 132 países estudiados. Este índice mide el nivel al cual los países cubren las necesidades sociales y ambientales de sus ciudadanos. Específicamente necesidades básicas humanas: nutrición y asistencia médica básica, agua y saneamiento, vivienda y seguridad personal, área en la cual Venezuela se ubica en el puesto 85, resultado paradójico ya que el gobierno de Chávez y ahora el de Maduro se han ufanado todo este tiempo de haber realizado la mayor inversión en medicina básica, en agua y en vivienda que no así en seguridad personal. Mide además, lo que denominan Fundamentos del bienestar, que incluye acceso a conocimientos básicos, acceso a la información y las comunicaciones, salud y bienestar, sustantabilidad del ecosistema. Y, por último, las oportunidades, que mide derechos personales, libertad personal y de elección, tolerancia e inclusión y acceso a educación superior. Pues, en todos, el país está raspado.
Otro estudio anual, al cual ya hicimos referencia en un artículo anterior, es el de la calidad de la democracia y los derechos civiles y políticos que lleva a cabo la ONG Freedom House. En este Venezuela con el correr de la revolución ha ido empeorando. Aquí se califica a los países en Libres, Parcialmente libres y No libres. Algunos datos sobre Venezuela son muy interesantes. Mientras que en el ranking general, Venezuela aparece como parcialmente libre, hecho que viene sucediendo desde el 2000, en el ranking de libertad de prensa el país se ubica este año en el puesto 171 de 197 países incluidos, es decir, entre los catalogados como No libre y esto tiene su asidero en la realidad que viven los medios de comunicación: acoso, compras gubernamentales o llevadas a cabo por personas afectas al gobierno, discriminación en la colocación de la publicidad oficial, limitaciones para el acceso a divisas y muchos etcéteras más.
            Un tercer índice internacional que nos permite hacernos una idea de cómo somos evaluados en el mundo es de Libertad Económica que emiten anualmente The Heritage Foundation & The wall street journal. Este mide 10 libertades económicas: 1. libertad comercial, 2. libertad de comercio internacional, 3. libertad fiscal, 4. tamaño del sector estatal, 5. libertad monetaria, 6. libertad de inversión, 7. libertad financiera, 8. derechos de propiedad, 9. corrupción y 10. libertad laboral. Simplemente al leer cada uno de los ítems evaluado podemos prever el puesto ocupado por el país. Venezuela ha ocupado los últimos lugares en el mundo y advertimos que no es un asunto del gobierno de Maduro sino de la revolución: en 2008, el puesto 148 de 157 países. En 2009, el puesto 174 de 179 países. En 2010, puesto 174 de 183 países. En 2011, puesto 175 de 179. En 2012 puesto 174 de             179 países y en el 2013, puesto 174  de 177. Imaginemos el lugar que ocuparemos este año a partir de la aplicación de la ley de precios justos
Los estudios acerca de la corrupción que realiza la organización Transparencia Internacional, tal vez sean los más conocidos y los menos objetados por chavistas y no chavistas. El índice de percepción de la corrupción clasifica a los países en términos de los niveles percibidos de corrupción y se presenta en una escala que va de 100, los países altamente limpios, hasta 0, los países altamente corruptos. Venezuela, consistentemente, durante los años de la revolución se ha mantenido con una puntuación de 19 y 20.  En el 2013 la puntuación obtenida fue de 20 puntos, ocupando el lugar 160 del ranking, lo que denota que sigue siendo percibida con altos grados de corrupción en el sector público. Venezuela es el penúltimo con mayor percepción de corrupción, solo por encima de Haití con 19 puntos en toda América. El país percibido con mayor transparencia es Uruguay con 73 puntos, seguido por Chile con 71.

En cuanto a los resultados del Barómetro Global de la Corrupción (encuesta aplicada a las personas en el país) de la misma organización Transparencia Internacional, el 65 por ciento de los venezolanos encuestados cree que la corrupción se incrementó en el país durante los últimos dos años. La institución percibida en Venezuela como más corrupta es la policía con una apreciación de 4,4 puntos de 5, siendo 5 la calificación para “extremadamente corrupta”, seguido por los empleados públicos y los partidos políticos. De cada 10 venezolanos 5 (57%) aseguran haber pagado sobornos a algún cuerpo de seguridad y el 48% en registros y notarías. El 51% señala además que paga sobornos para agilizar los trámites o porque es la única manera de obtener el servicio.

lunes, 5 de mayo de 2014

Socialismo del Siglo XXI Como Franquicia

En estos momentos es demasiado fácil detectar a un parásito wannabe. No importa si es empresario o político de profesión.

Como ejemplo tenemos a Juan Carlos Varela, candidato ganador a la presidencia de Panamá, un país que goza de un nivel de vida envidiable por muchos países de latinoamérica y que ha crecido considerablemente durante las últimas décadas. Uno de los pocos países con un horizonte económico extremadamente prometedor y que saca de la pobreza a su ciudadanía de manera paulatina pero indetenida.

Varela es empresario, y bastante acomodado, pero esto no evita que quiera aun más de lo que tiene, incluso si lo puede obtener por la fuerza. Para ello se ha lanzado a la presidencia usando la franquicia del socialismo del siglo XXI.

La los requisitos para obtener la franquicia consisten en:

Declararse de centro, pero "pero con un compromiso social muy fuerte hacia las clases populares". Es decir, ser un candidato atrápalo-todo indefinido, pero defendiendo posturas que NADIE en el mundo puede condenar. Esto le permite ganar simpatías de la gente menos informada mientras puede establecer falazmente que quien no esté con él, está contra las clases populares. O sea, ser el más izquierdista de la izquierda, o declarar que el resto de los actores políticos, incluyendo a los de izquierda, son de derecha. Como la gente normalmente no sabe qué es ser de derecha, y asumen que ser de izquierda es inherentemente bueno, el fanatismo no se hará esperar.

Proponer una reforma constitucional. Pero hacerlo siempre con términos tan ambiguos como considerar "temas como la reforma política". Esto lo hacen tanto para generar desconfianza en la democracia y el sistema político en la gente, como para tener algo qué cumplir en cuanto llegan a la presidencia, así sea simplemente forzar un proceso constituyente. Sin embargo, jamás dicen los principios técnicos o prácticos a utilizar en dichas constituciones, sino una retahila de términos ideológicos vacíos que la gente no puede evitar apoyar, como el respeto y defensa de derechos humanos, la libertad, la distribución de riqueza, la justicia social, la igualdad... etc. Esto por supuesto estará todo impreso en tal documento, como el caso venezolano, pero ellos mismos saben que son inaplicables y serán letra muerta desde el momento en que lo proponen.

Declarar que hay una emergencia en el país. Un Estado tan tranquilo y sólido como Panamá ciertamente no está exento de pobreza, crimen y corrupción. Pero obviamente no está en una emergencia como sí lo está Venezuela en este instante. La razón para crear este sentimiento de urgencia en los panameños es la misma que tenía Chávez. La zozobra y la división son las mejores aliadas de los caudillos. Hablar con términos como emergencia, batalla, guerra, comisiones, lucha, enfrentamiento, enemigos, aliados, y mucho del vocabulario bélico de la izquierda, crea en la gente una sensación de que hay peligro inminente y hay que actuar, el vecino puede ser mi enemigo y quien no esté con el caudillo, está contra el pueblo y hay que atacarlo. Esto comienza a crear la polarización necesaria para la guerra real que piensan desatar.

Declarar la libre empresa como causante de la pobreza o que a través de la lucha contra el capitalismo habrá más riqueza. Varela propuso como primera medida un control de precios, cosa que sería bueno que él mostrara cómo funciona bajando los precios por debajo del margen de ganancias de los productos de sus propias empresas. Pero no lo hará, por supuesto. Ya sabemos lo que este control de precios hará en los demás empresarios y en la capacidad productiva del país. Creará una situación de emergencia ya no imaginaria sino tangible, la cual le dará excusas para aumentar su poder con medidas habilitantes. Se comprometerá a la lucha contra el mercado negro y contra la especulación y prometerá medidas "contundentes"... Y ya sabemos cómo termina todo.

Por último, y como elemento internacional, legitimar a los creadores de la franquicia. Chávez (a través de la mención de Maduro o el gobierno Venezolano) y Fidel (a través de la mención de Cuba) no deben faltar en los discursos. Esto asegurará fondos y logística para lograr desmontar la democracia a través de la democracia.

Ya estos requisitos para obtener la franquicia del Socialismo del Siglo XXI, fueron cumplidos a cabalidad por Varela en sus discursos para su candidatura en Panamá. A mi parecer, la gente que quiera obtener el poder bajo estos argumentos y condiciones debería ir presa por atentar contra el Estado. La libertad de expresión y pensamiento son una cosa, la manipulación de los preceptos democráticos con fines innobles es otra.

viernes, 11 de abril de 2014

Primer encuentro en 15 años

Mucha gente no cree en el diálogo entre el gobierno y ningún sector democrático en Venezuela. Es justificable porque, como decía Yanes, esto no es un gobierno democrático y tratar de dialogar o aplicar métodos democráticos con ellos no va a funcionar. 

Ayer, aun bajo la mirada enfurecida de todos, fue la Mesa de la Unidad a dialogar con el gobierno en su propio terreno. Veo a gente diciendo que ambos bandos se deberían ir a un foso, que nos hicieron perder el tiempo a todos y que esto no llevaría a nada. Pero hay que ser muy perspicaz para notar lo que realmente lograron los líderes de la MUD en esa reunión.

No lograron cambiar el modelo económico, ni liberaron a los presos, ni sacaron a Maduro. Eso ya lo sabían ellos y lo sabía toda Venezuela. Los logros son mucho más sutiles y que si son manejados con destreza por todos nosotros, podrían abrir los canales que Chávez creyó haber cerrado para siempre.

Hubo en principio varios elementos que hay que aplaudirles porque supieron leer la situación política y sus propias posiciones. Todas las cosas que un opositor les podría reprochar al estár sentándose con el gobierno, fueron aclaradas inequívocamente por ellos. Primero se evidenció que no estaban allí para apagar la calle, Julio Borges fue muy claro en decir que la protesta pacífica debía continuar. Segundo, no estaban allí en calidad de representantes de nadie, varios fueron muy explícitos a la hora de decir que ellos allí no estaban para hacerse pasar por voceros de ningún sector. Tercero, estaban claros en que ese diálogo probablemente no iba a llegar a nada, Velázques fue el que mejor expuso ese punto.

Definitivamente eso no fue un logro, fue un enunciado. No somos "La Oposición", no le vamos a decir a los demás lo que tienen que hacer, ustedes no son demócratas, y estamos claros.

Ahora, lo que sí se hizo en esa reunión es en extremo importante. En principio se mostró que la protesta, cualquiera que los estudiantes y sociedad civil hayan hecho durante las últimas semanas, tienen al gobierno en una posición de ceder o caer. Esto lo tuvieron muy en cuenta y expresaron su apoyo a las protestas mientras no se adosaban ninguna, es decir, no se tomaron el crédito de la lucha espontánea que hay en la calle sino que más bien la legitimaron frente al régimen en cadena nacional.

También hicieron la tarea de darnos más armas. La intervención de Ramos Allup, por más mal que caiga ese señor, fue brillante porque desmontó todos los mitos del chavismo y todos los argumentos que usa el gobierno para fustigar a toda la disidencia. Ese discurso no estaba dirigido al gobierno, sino a todos nosotros. El gobierno no va a escuchar, en eso estamos claros todos, pero nosotros vamos a hacer comentarios, consignas, memes, carteles y canciones con esas ideas. No con Ramos Allup, sino con ese concepto de Hegemonía que usa el gobierno, el disparate de la unión cívico-militar, las acusaciones de golpe, y todas las tonterías que el gobierno repite como un rosario sin sentido que están fuera de la constitución. Allúp desmintió a Maduro en Cadena Nacional, pero aun más importante que eso, hizo callar al militar y dejó sin palabras al oficialismo. Y no lo hizo mal educadamente, lo hizo como ciudadano mostrando el verdadero poder que cada uno de nosotros debe tener sobre el gobierno. Si sabemos hacer las cosas bien, esto tiene que convertirse en algo cotidiano, como dijo Aveledo.

También se vio a Maduro luchando por su supervivencia. Todos vimos que Maduro tenía ganas de ceder, pero sus "compañeros" estaban pateando la mesa y tumbando todas las posibilidades de encuentro. Recurrían a falacias para justificarse, algunas tan burdas como acusar a Molina de "haber tomado parte en este desastre económico", tratando de invalidar su posición sin darse cuenta que aceptaban el desastre. Otros eran más descarados, como Eeckhout diciendo que Borges llamó minutos antes a "calentar la calle". Pero lo mejor que Ramirez dijese en cadena nacional que ese modelo económico sí había sido exitoso para ellos. Todo esto conspiraba contra lo que sea que Maduro tratase de hacer, y lo colocaba como un simple monigote, un Zar Nicolás II inepto atrapado entre chacales que lo tratan como a un niño frente a todo el país.

La agenda de la MUD fue manejada muy hábilmente y ninguna de las intervenciones tuvo pérdida. Cada uno manejó su punto sin salirse, sin perseguir las conchas de mango que les tiró el oficialismo, de hecho dictaron el curso de la conversación. Hasta hicieron propuestas concretas, así sean más diálogos con el gobierno, pero las hicieron. No hubo nada que yo, y muchos de los que leo en mi muro, no le hubiesemos dicho al gobierno. Yo no escogí a esos interlocutores, bates quebrados y todo lo que los queramos llamar, pero que ellos dijeran todo lo que había que decirles, sin retórica socialista (sorprendentemente), han hecho que mis horas de protesta, terror y resistencia hayan valido la pena.

¿Qué hacer ahora?


Ciertamente no sentarnos a ver qué hace la MUD. Seguimos en la misma posición, no nos representan y no confiamos en el diálogo. Confiamos en que protestando el gobierno quiera dialogar y eso es otra cosa muy distinta. Así que a seguir en la calle, seguir protestando y seguir haciendo que quieran negociar. Hasta que el gobierno diga en cadena nacional que sí va a cambiar sus políticas económicas, sí va a hacer caso a las demandas de los estudiantes, profesores y sociedad civil, y sí va a dar acceso a la gente a la información sobre las cuentas y gastos totales del gobierno. No es que vayan a querer, es que nos da la gana.

Lo que sí esta claro es que en ningún lado la democracia se ha ganado democráticamente.

martes, 4 de marzo de 2014

Luchando en Dictadura

Ya desde hace 15 años sabemos que no estamos frente a un gobierno democrático. Ya Oscar Yanes lo advertía en 2003. No es nuestro "espíritu democrático" lo que nos va a salvar ni sacar de esto, sino más bien ha sido ese espíritu lo que nos ha hecho más vulnerables a la camarilla gubernamental.

La democracia sólo se practica cuando todos creen en el diálogo, cuando las decisiones se toman en consenso y cuando la mayoría de las personas participan efectivamente en las decisiones políticas, es decir, cuando todos actuamos como contralores, críticos, marchistas, académicos y voceros y cada una de nuestras propuestas es sopesada en alguna instancia gubernamental local, regional y nacional, y esas propuestas producen respuestas efectivas y eficaces que pueden ser además controladas a su vez por la sociedad.

Esto no pasa en Venezuela. A nosotros se nos impuso una constitución, se nos impusieron reformas a ella y habilitantes. Participamos sólo como electores, pero sin efecto real sobre las políticas públicas ni formulación de leyes. Es decir NO ES DEMOCRACIA.

Esto es una dictadura constitucional. El problema con llamarlo así es que se cree que las dictaduras tienen un sólo modo de actuar. Durante la época de Pérez Jiménez te censuraban si hablabas contra el gobierno, te desaparecían o te perseguían. Esto se impuso en nuestro imaginario como la única manera de ser de la dictadura. Pero este gobierno es más sutil, no va contra tí, va contra tus medios de expresión. Pone tantas trabas a aquellos que se quieren expresar, y a aquellos que te sirven para expresarte, que terminas aislado. Por tanto, se impone es la autocensura. Nadie te dice que te calles, sólo te dicen que si sigues hablando o si dejas que alguien use tus medios para hablar, simplemente vas a morir de hambre. Es tu decisión entonces, y nadie puede culpar al gobierno. Ya con haber cambiado de tácticas, el gobierno se salvó de ser llamado dictadura, aun a pesar de haber mantenido las mismas estrategias que cualquier dictadura.

Otro ejemplo es que te dejan elegir diputados. Pero ninguno de ellos entra en las comisiones legislativas, son acusados de todo lo que no le gusta al gobierno y se les niega la palabra en congreso. El gobierno no te quitó entonces tu derecho a votar, pero fue tu elección poner ahí a alguien que no podría hacer nada. Sigue siendo entonces "democrático" porque en dictadura no elegías, pero igual tampoco podías hacer nada para influenciar en la política. Misma estrategia, diferentes tácticas.

Ahora tenemos que marchar y pedirle al gobierno que cumpla con ciertas peticiones. Pero esto también es un método democrático que sólo funciona con demócratas. Sólo a los demócratas les interesa la opinión pública y la presión pública. Y este gobierno lo que hará es acusarnos a todos de golpistas, fascistas y toda la sarta de necedades que ellos saben que les quedan mejor a ellos, o tratará de provocarnos para que alguno de nosotros pierda los estribos y los ataque para acusarnos de asesinos armados, aun cuando la gran mayoría de nosotros jamás ha tocado un arma. Seguimos usando estrategias democráticas, y el gobierno sigue usando estrategias dictatoriales. Es como tratar de bucear en el océano usando equipo de montañismo.

Este gobierno es marxista-militarista. No democrático. Toda negociación que se intente con él es falsa porque ellos nos ven como enemigos y nosotros los seguimos viendo como veíamos a los gobiernos democráticos. Sí es cierto que con otros gobiernos salir a protestar era arriesgado, pero al pasar el tiempo al menos habían partes independientes dentro del gobierno que se encargaban de buscar respuestas a los ciudadanos que reclamaban, o a las víctimas, así fuesen respuestas insatisfactorias, pero podíamos seguir reclamando y consiguiendo cosas del gobierno por vías legales. Esto es diferente. Ningún poder está interesado ni capacitado para dar respuestas fuera de los lineamientos del ejecutivo y su camarilla. No importa si es ahora menos o más arriesgado marchar, no hay fiscalía a quien convencer, no hay contralores que vayan a investigar, no hay tribunales que vayan a dictar fallos favorables o justos. No hay nada en el gobierno que se conmueva, porque no es una democracia, no es un cuerpo compuesto por miembros que nos representen a todos, sino que la mayoría está puesta a dedo justo por sus capacidades de no importarles NADA.

Supongamos que queremos negociar. Nosotros podemos siempre decir que vamos a colaborar con ellos, o vamos a dejar las protestas mientras ellos cumplan con ciertas exigencias, pero ellos cumplirán con sólo una parte de esas exigencia, y sólo temporalmente, mientras nosotros cumpliremos con todas. Cualquier cosa que nosotros ganemos, ellos lo percibirán como pérdida. Por eso jamás hemos visto una situación "ganar-ganar" con el gobierno. Siempre es "Ganar-perder" para nosotros. Y cuando el gobierno y su camarilla pierde o cede algo la situación se convierte en un "perder-perder", porque no cederán NADA. Ellos no están comprometidos con el bienestar de nadie en el país, y su posición es que si no ganan ellos, no gana NADIE.

Por tanto, ellos no van a dialogar, sólo a sentarse a regañarnos y burlarse de nosotros todos. Hasta burlarse de sus propios seguidores. Lo único que ha hecho que ellos muestren algún grado de cautela es la posibilidad de que las guarimbas lleguen a lugares vitales que amenacen el control del gobierno en las ciudades. Las guarimbas son medidas más compatibles con sus mentalidades y no les gusta que la gente se de cuenta de ello. Eso sí es bucear con equipo de buceo, pero ellos tienen tiburones, lanchas y submarinos. Nosotros tenemos chapaletas y de vaina, pero al menos no andamos ya tan despistados tratando de que el gobierno "reflexione". Nunca lo van a hacer porque su plan es tenernos de 3 a 5 generaciones buscando comida.

Mientras más entendamos esto, más claramente se nos presentarán opciones de acción efectiva.

sábado, 15 de febrero de 2014

¿Qué Hacer?


Durante los últimos días hemos visto que los estudiantes y gran parte de la sociedad civil está lo suficientemente insatisfecha con la situación del país como para salir a la calle a manifestar sin parar.

Esto es algo bueno y ojalá se mantenga por varios días, pero la meta no es mantener esta situación indefinidamente porque el gobierno tiene más recursos con lo cual mantenerse sitia
dos tranquilitos mientras nosotros nos desgastamos. De hecho, yo creo que lo más inteligente
Esto está bien, pero no soluciona mucho.
que ellos pueden hacer es dejarnos estar afuera por una semana hasta que nos hartemos, y luego ellos salen diciendo que todo era un show, que todo volvió a la normalidad y se muestra que el gobierno no tuvo que hacer gran cosa para que se les acabara la "malcriadez". No van a dialogar, no van a cambiar su discurso y tendremos 6 años más de saqueos (y tal vez muchos más).

Ya convocar a la calle está de más. Estamos afuera ya. Entonces ¿qué falta?

La sociedad civil puede hacer varias cosas como ciudadanos responsables. Recordemos que ejercer la ciudadanía es ejercer control sobre el gobierno, para eso es que es la democracia.

1) No pagar impuestos. Esto es una medida de protesta que sólo podemos hacer si somos todos. Supermercados y tiendas deberían dejar de depositar por concepto de IVA y todas las imposiciones tributarias que puedan, o dejar de facturar legalmente. Esto abarataría los costos de los productos para todos, y no es ilegal si se toma parte de lo que significa "desobediencia civil" como principio constitucional. Los particulares pueden no declarar su ISLR o depositarlo en algún lugar hasta que esto se acomode.

2) Los cines y medios deben dejar de aceptar imposiciones del gobierno de pasar su basura. Nosotros podemos boicotear los cines que pasen sus propagandas. No hemos pagado para que las pasen.

3) Trancar el acceso al SENIAT indefinidamente. Nada de gente entrando o saliendo, ni camiones ni nada. Cero sistema. No se permitiría que un sólo Bolívar llegue a Caracas hasta que no se cumplan con las exigencias del pueblo.

4) Crear alianzas con la gente de PDVSA para parar la producción. Esto debe hacerse mostrándoles que ellos podrían estar ganando mucho más dinero y teniendo muchas más satisfacciones laborales si PDVSA se independiza del control gubernamental, con lo cual se crearía más riqueza y todos nos beneficiamos a la larga.

5) Crear alianzas con sectores satanizados por el gobierno. Productores, campesinos e incluso bachaqueros están dispuestos a todo a cambio de que se les dé libertad de producción y se les quite el peso gubernamental de encima. Ellos podrían ayudarlos luego con estrategias más efectivas como trancar el paso del puente.



Ya el gobierno sabe que vamos a seguir haciendo esto,
así que es mejor que hagamos otras cosas.


Los paros nacionales son muy buenos y todo lo demás, pero sabemos que el gobierno ya está preparado para esas cosas y muchas más porque seguimos enviándoles dinero sin chistar y sin poner real presión sobre objetivos que a ellos les puedan afectar.


No podemos dejar a los estudiantes sólos

martes, 17 de agosto de 2010

Liberalismo: ¿Derecha o izquierda?

La derecha y la izquierda, como posiciones o concepciones de cómo debería estar dirigido un país, han estado en pugna desde hace siglos. La derecha defendiendo el status quo, la inamovilidad social y la jerarquía como forma de mantener el orden a través del establecimiento y permanencia de élites, y la izquierda luchando por la igualdad de derechos y privilegios para todos.
Ambas concepciones han cambiado al mundo al haber solucionado situaciones o problemas que cada sociedad ha encontrado, siendo la izquierda la más novedosa de las propuestas, pero han surgido líderes de izquierda que han hecho difícil saber qué se necesita para ser de izquierda a través de sus discursos y acciones políticas. Esto ha hecho que sea la gente que se autoproclama izquierdista la que decida qué es y qué no es de izquierda o de derecha. Una de las cosas que más inquieta es que, al no estar de acuerdo con alguna posición política o ideológica, automáticamente la califican como de derecha, como por cierto pasa con el liberalismo en varios países actualmente.
Revisemos un poco al liberalismo para ver en qué lado del espectro lo podríamos ubicar. El liberalismo defiende, primero que todo, la libertad individual frente al Estado. Nace en contraposición a los Estados absolutos donde la clase gobernante tenía más privilegios que los súbditos, y los funcionarios del Estado cometían atropellos contra ellos. La legalidad estaba reservada convenientemente, según fuera el caso, a aquellos con mayor o menor cercanía a los órganos del Estado. El liberalismo propone el Estado de derecho, la igualdad de todos ante la ley y la rendición de cuentas de los gobernantes ante los ciudadanos. Esto suena muy parecido a la igualdad de derechos que tanto esgrimen los izquierdistas frente a regímenes autoritarios que abusan de sus ciudadanos impunemente.
Luego, el liberalismo defiende algo que va de la mano con lo anterior: la libertad económica y de propiedad. Uno de los privilegios de la clase gobernante, a nobleza y el clero, es que eran los únicos que podían tener propiedades, así que eran los únicos que podían poseer riquezas, el resto de la población tenía que trabajarlas para ellos o morir de hambre, y esperaban de los reyes y nobles sólo lo suficiente para mantenerse con vida. El liberalismo propone que todos tengamos la oportunidad de poseer y acumular riquezas según nuestras propias capacidades y aspiraciones, eliminando los privilegios exclusivos de una clase gobernante.
Analizando todo esto, podríamos concluir que el pensamiento de izquierda es más afín al liberalismo que el de derecha, pero históricamente ha habido grupos de derecha que han tomado medidas liberales, sobre todo económicas, simplemente porque les ha convenido, al igual que grupos que se dicen ser de izquierda pero terminan imponiendo una jerarquía férrea para gobernar sin posibilidad de que alguien fuera de las élites pueda acceder al poder.
Mi punto es que el liberalismo está más allá de ser de derecha o de izquierda, en realidad no tendría caso ser de ninguna de las dos, porque entra en un espectro totalmente diferente, el de Libertad-Autoridad, es ahí donde se empieza a ver una diferencia. Una persona que quiera desarrollarse libremente según sus propias capacidades y esfuerzos sin depender de nadie es más liberal que aquella que quiere que el Estado esté presente en cada aspecto de la vida de todos como si fueran todos parte de un organismo al cual hay que someterse.

martes, 18 de mayo de 2010

¿El sexo débil?

La diferenciación de roles de género ha sido superado en la sociedad, al menos en la parte formal. La parte sustancial persiste en aquellos espacios que son de difícil supervisión, como las familias y ciertos sectores laborales.
Prueba de ello es el aumento de la participación de la mujer en los cargos públicos. También en las empresas, a las mujeres que se le asignan cargos de alta responsabilidad se les ve como iguales y competentes desde todo punto de vista.
El problema persiste en campos laborales donde es difícil medir el desempeño y trato de la mujer, como fábricas y trabajos mayoritariamente físicos, donde a la mujer se le sigue desmotivando a acceder, sea por rechazo machista o por el miedo que  los hombres sientan a ser desplazados como género indispensable para ciertas labores, de cualquier forma es inaceptable.
De todas maneras, en las familias se sigue cultivando el modelo de la diferenciación de roles. Ejemplo, las madres siguen criando a las niñas de manera diferente, inculcándoles la creencia de que son esencialmente distintas a los hombres. Esto crea posiciones oscuras en la diferencia o igualdad de género. ¿Hasta qué punto somos iguales?
Esta ambigüedad hace que no tengamos nada claro en cuanto a la lucha por los derechos de la mujer. De hecho, el término "lucha por los derechos de la mujer" es un término ya sesgado de antemano como diferenciador, porque presupone que hay derechos para hombres y derechos para las mujeres.
Las precursoras hoy en día de la diferenciación entre hombres y mujeres, sorpresivamente, han sido las mujeres. Son ellas las que educan a las niñas apartadas de los niños, con ropas, juegos, actividades, juguetes y gustos diferentes. Al niño lo educan para ser tosco, altivo y dominante, a la mujer la educan para ser sumisa, delicada y deferente.
No tenemos nada en contra de las mujeres "femeninas", de hecho, nos gustan sobre todo en su rol sexual. Pero no sabemos hasta dónde son iguales.
Actualmente han logrado ser consideradas como iguales en todo, ganar los mismos salarios y tener las mismas prerrogativas, pero quieren seguir siendo tratadas como el sexo débil, exigen que el hombre aplique reglas de caballería y deferencia hacia las mujeres, entendiendo que la caballería es una forma condescendiente de tratar a personas de categoría históricamente inferior, inventada durante la edad media por la nobleza feudal.
El hecho de exigir pagos iguales, pero también que el hombre pague una cuenta de un restaurante simplemente por ser hombre, puede ser tomado como una injusticia, ya que no existe más la mujer en condición de ama de casa dedicada al hogar y los hijos mantenida por un padre de familia, pero parecieran seguir exigiendo su derecho a ser preferidas por simple comodidad teniendo los mismos atributos que su contraparte masculina.
No me tomen a mal, me gusta la caballerosidad y, de hecho, cuando tengo la posibilidad la empleo por cortesía y urbanidad, pero las defensoras del "feminismo" esgrimen también las mismas armas del machismo cuando "exigen" caballerosidad y diferenciación de roles, vestiduras y actividades entre hombres y mujeres.
Las cosas ya deberían tomar un matiz más práctico en este tema, como por ejemplo igualdad de oportunidades de trabajo, salario y derechos, y no simplemente exigir un tratamiento preferencial en todos los aspectos de la vida. Muchas sociedades contemporáneas han llegado al punto en que el hombre ha tenido que pedir reivindicaciones al ser ya tratado como casi un inferior, lo cual pasaría a ser ridículo que los hombres se pusieran a reclamar sus derechos sobre las mujeres.