Por Antonio Casella
19 de mayo de 2014
No
hay dudas acerca de la mala imagen que a nivel mundial se ha ganado el gobierno
nacional. Primero, por la brutal forma como ha reprimido la protesta
estudiantil y social de estos últimos meses. Y segundo, por ser el único país
que disfruta del nada honroso record de haber dilapidado más o menos el
equivalente a tres planes Marshall en apenas 14 años.
Pero
esa imagen, excepto para gobiernos “amigos” de la revolución y esa izquierda
alcahueta que apoya cuanta vagabundería se cometa en nombre de la lucha antiimperialista,
no es reciente y nunca los desmanes y desafueros revolucionarios chavistas han
pasado desapercibidos para expertos, estudiosos y observadores atentos a la realidad
gubernamental a nivel planetario. Diversas instituciones han ideado índices para
medir múltiples factores sociales, políticos, económicos, ambientales, de
felicidad, etc.
Recientemente
salió a la luz pública el índice de progreso social y, a diferencia de lo que
la propaganda oficial intenta vendernos, Venezuela aparece allí muy mal parada.
Ocupa el puesto 67 entre 132 países estudiados. Este índice mide el nivel al
cual los países cubren las necesidades sociales y ambientales de sus
ciudadanos. Específicamente necesidades básicas humanas: nutrición y asistencia
médica básica, agua y saneamiento, vivienda y seguridad personal, área en la
cual Venezuela se ubica en el puesto 85, resultado paradójico ya que el
gobierno de Chávez y ahora el de Maduro se han ufanado todo este tiempo de
haber realizado la mayor inversión en medicina básica, en agua y en vivienda
que no así en seguridad personal. Mide además, lo que denominan Fundamentos del
bienestar, que incluye acceso a conocimientos básicos, acceso a la información
y las comunicaciones, salud y bienestar, sustantabilidad del ecosistema. Y, por
último, las oportunidades, que mide derechos personales, libertad personal y de
elección, tolerancia e inclusión y acceso a educación superior. Pues, en todos,
el país está raspado.
Otro
estudio anual, al cual ya hicimos referencia en un artículo anterior, es el de
la calidad de la democracia y los derechos civiles y políticos que lleva a cabo
la ONG Freedom House. En este Venezuela con el correr de la revolución ha ido
empeorando. Aquí se califica a los países en Libres, Parcialmente libres y No
libres. Algunos datos sobre Venezuela son muy interesantes. Mientras que en el
ranking general, Venezuela aparece como parcialmente libre, hecho que viene
sucediendo desde el 2000, en el ranking de libertad de prensa el país se ubica
este año en el puesto 171 de 197 países incluidos, es decir, entre los catalogados
como No libre y esto tiene su asidero en la realidad que viven los medios de
comunicación: acoso, compras gubernamentales o llevadas a cabo por personas
afectas al gobierno, discriminación en la colocación de la publicidad oficial,
limitaciones para el acceso a divisas y muchos etcéteras más.
Un tercer índice internacional que
nos permite hacernos una idea de cómo somos evaluados en el mundo es de Libertad
Económica que emiten anualmente The Heritage Foundation & The wall street
journal. Este mide 10 libertades económicas: 1. libertad comercial, 2. libertad
de comercio internacional, 3. libertad fiscal, 4. tamaño del sector estatal, 5.
libertad monetaria, 6. libertad de inversión, 7. libertad financiera, 8.
derechos de propiedad, 9. corrupción y 10. libertad laboral. Simplemente al
leer cada uno de los ítems evaluado podemos prever el puesto ocupado por el
país. Venezuela ha ocupado los últimos lugares en el mundo y advertimos que no
es un asunto del gobierno de Maduro sino de la revolución: en 2008, el puesto
148 de 157 países. En 2009, el puesto 174 de 179 países. En 2010, puesto 174 de
183 países. En 2011, puesto 175 de 179. En 2012 puesto 174 de 179 países y en el 2013, puesto 174 de 177. Imaginemos el lugar que ocuparemos
este año a partir de la aplicación de la ley de precios justos
Los
estudios acerca de la corrupción que realiza la organización Transparencia
Internacional, tal vez sean los más conocidos y los menos objetados por
chavistas y no chavistas. El índice de percepción de la corrupción clasifica a los
países en términos de los niveles percibidos de corrupción y se presenta en una
escala que va de 100, los países altamente limpios, hasta 0, los
países altamente corruptos. Venezuela, consistentemente, durante los años de la
revolución se ha mantenido con una puntuación de 19 y 20. En el 2013 la puntuación obtenida fue de 20
puntos, ocupando el lugar 160 del ranking, lo que denota que sigue siendo
percibida con altos grados de corrupción en el sector público. Venezuela es el
penúltimo con mayor percepción de corrupción, solo por encima de Haití con 19
puntos en toda América. El país percibido con mayor transparencia es Uruguay
con 73 puntos, seguido por Chile con 71.
En
cuanto a los resultados del Barómetro
Global de la Corrupción (encuesta aplicada a las personas en el país) de la
misma organización Transparencia Internacional,
el 65 por ciento de los venezolanos encuestados cree que la corrupción se
incrementó en el país durante los últimos dos años. La institución percibida en
Venezuela como más corrupta es la policía con una apreciación de 4,4 puntos de
5, siendo 5 la calificación para “extremadamente corrupta”, seguido por los
empleados públicos y los partidos políticos. De cada 10 venezolanos 5 (57%)
aseguran haber pagado sobornos a algún cuerpo de seguridad y el 48% en
registros y notarías. El 51% señala además que paga sobornos para agilizar los
trámites o porque es la única manera de obtener el servicio.