lunes, 8 de febrero de 2010

Oposición venezolana equivocada

Es cierto que en Venezuela se está viviendo un proceso de involución, de retroceso histórico sin precedentes. El gobierno de Hugo Chavez llegó a nuestro país como una esperanza a un país que estaba siendo duramente golpeado por una crisis económica mayormente producida por administraciones marcadamente populistas, basadas en socialismo y medidas típicas de la corriente de estados de bienestar los cuales fracasaron todos en el mundo por alguna u otra razón.

Venezuela es un pueblo acostumbrado a que los gobiernos lo asistan en todos los aspectos y, como tal, espera a un líder que llegue a poner orden en todos los ámbitos y que los gobierne, les diga qué hacer en todo. Por supuesto, Chavez aprovechó esta condición para ofrecer un cambio rotundo, echarle la culpa al imperio de todos los males y castigar a todos aquellos que son la causa de la pobreza de los venezolanos.

11 años más tarde, el terror que les fue advertido a los venezolanos por los sectores intelectuales se ha hecho realidad palabra por palabra, pero se ha hecho de una manera tán paulatina que los venezolanos han conseguido aceptar pasivamente todas estas penurias por estar cada una justificada en el discurso de Chavez, y aceptamos un sacrificio en el presente con la promesa de un futuro mejor.

Pero los venezolanos no hemos aprendido de la historia, sea la nuestra o la de la humanidad. Aún estamos convencidos de que Chavez y su gabinete, sus personeros y organismos son todos inficientes, ineptos, irresponsables e incompetentes. Dicen que Chavez es bruto, no sabe lo que hace, está demente o cosas peores.

Yo opino que es todo lo contrario. Si buscamos en la historia, podemos encontrar que los actos del señor Chavez han sido ya probados como muy efectivos dependiendo de cómo se los mire. Si se busca manejar un país buscando sacarlo adelante, la felicidad de sus ciudadanos, el progreso y todo lo demás, entonces Chavez está haciendo todo mal. Pero si se busca mantenerse en el poder a toda costa, sin posibilidad de que nadie pueda retar su estabilidad, entonces se tiene que hacer exactamente lo que nuestro emperador está haciendo.

En 1998 la comunidad intelectual de Venezuela advirtió que Chavez era una persona autoritaria, retrógrada, comunista y fiel seguidor de Fidel Castro. Nos advirtieron que iba a estatizar todas las propiedades y empresas, que iba a expropiar, nos dijeron que la propiedad privada iba a peligrar. También nos dijeron que iba a tratar de controlar todos los medios de comunicación, y aquellos que fueran disidentes iban a ser cerrados y perseguidos, dijeron que no iba a soltar el poder una vez que lo obtuviera, que iba a modificar las leyes e iba a tratar de modificar las leyes para legitimar todas esas desiciones. Por supuesto, Chavez y sus seguidores trataron de desmentir todas estas afirmaciones para ganar las elecciones y ya sabemos lo que pasó.

Estamos en el año 2010, no hicimos caso, todas esas advertencias se cumplieron en su totalidad, Chavez ha cerrado al menos un canal de televisión ilegalmente y muchas otras emisoras de radio, las otras tienen miedo a que les apliquen leyes y las obligan a la autocensura. Hay muchas empresas expropiadas, la producción nacional decayó de manera que casi la totalidad de los alimentos y bienes tienen que ser importados, y todo tiene que ser con permiso previo del gobierno por aquello del control de cambio, la propiedad social está siendo mencionada para ser hecha ley, y los esbirros de Fidel Castro están diseminados por todo el país.

Pero ¿qué pasa? ¿es que Chavez es loco?

La respuesta es no. Chavez necesita un país en el borde de la inanición, un país muy débil y devalido que se pueda controlar. Un país rico y con abundancia no agradecería si les regalaran un plato de comida al día, pero un país con hambre y necesidad le daría todos sus votos y apoyo a un presidente que le regalara una hogaza de pan una vez al mes al menos. Luego de 11 años, ya hay gente que no recuerda (o que no conoció) la época anterior a la supuesta revolución, y el presidente se ha encargado de borrar la memoria de muchos y reemplazarla por logros y conquistas de su régimen.

Quien controla el pasado es dueño del presente y controla el futuro. Se pueden leer los periódicos oficiales y todos los días hay logros y conquistas, la producción de cualquier rubro siempre está en crecimiento y los indicadores de progreso siempre están en aumento mientras los indicadores negativos siempre están en disminución.

Pero si uno se dedica a buscar las cifras del pasado, uno puede fácilmente encontrar cifras mejores, pero nadie lo recuerda. Con sólo salir a la calle uno puede ver que los números son fantasías que nadie está dispuesto a desmentir, y si alguien lo hace es acusado de imperialista.

La oposición le sigue el juego, diciendo que en el gobierno hay ineptos e incompetentes, porque ellos piensan basados en los juicios que ellos tienen acerca de lo que debería ser un dirigente, y eso Chavez lo sabe. Chavez viola todos los derechos humanos que le de la gana, pero tratar de hacerlo entrar en razón no sirve de nada porque ya él mismo está en razón, el sabe lo que hace y se rie de todos nosotros cada vez que defendemos la constitución. Hay que dejar de sermonearlo, de aconsejarlo, entendamos que no va a escuchar porque ni le conviene ni quiere que mejoremos nuestras condiciones.

Hay que despertar y con fuerza. Ya no podemos seguir pensando que no saben lo que hacen, debemos planear las estrategias en función de no dejar que Chavez se apropie más del país para convertirlo en su hacienda, donde tiene a 28 millones de esclavitos trabajando para el y su familia, que tienen que estar agradecidos por permitirnos vivir en su parcela y alimentarnos y cuidar de nosotros como si ninguno tuviera la capacidad de decidir por sí mismo.

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