jueves, 1 de abril de 2010

Pragmatismo Cultural


Este Blog lo escribo como crítica a todo mi entorno cultural, siempre me acusan de estar en contra de todo y criticar a los demás y no dejar vivir en paz a la gente, y este Blog en particular va en contra de un nuevo tipo de cultura que he venido viendo crecer y que me aterra, pero es tan cómodo para todo el mundo que de seguro todo el que lea esto va a pensar que estoy loco, o que soy un frustrado o algo.

Mi historia comienza un día que tengo que viajar a Caracas en contra de mi voluntad. Yo tenía unos 12 años y decía que me iba a aburrir de muerte allá porque no había nada que hacer en casa de mi abuelita. Mi padre me convenció de comprar dos libros en una librería del aeropuerto. Nunca habría imaginado que un libro pudiera ser malo, en este caso, mal hecho. Recuerdo que compré Robinson Crusoe y Moby Dick, dos clásicos de obligada lectura a mi parecer, pero tenían un "no se qué" raro en la presentación, no presté atención y me los llevé. Para mi sorpresa, los libros tenían tantos errores ortográficos, de redacción y de estilo que hasta yo a esa edad me dí cuenta. Le pregunté a mi padre y me dijo "Es que algunas editoriales no cuidan la edición del libro ni la traducción". El libro se deshojaba en mis manos y opté por no leerlos. Hasta el sol de hoy no he leído a Defoe ni a Melville aún, pero me prometí hacerlo algún día.

Este tipo de cosas, son inexcusables en libros. Un lector ávido jamás leería más de diez páginas de algo mal escrito. Por supuesto que esas cosas son castigadas por la ley del mercado; la gente sólo comprará libros de buena calidad (lamentablemente la gente que lee no es un sector tan importante en la sociedad), y las malas ediciones fracasarán.

Luego, cuando mi gusto por la música se acrecenta, comencé a comprar cds, tenía una gran colección de ellos. Luego salieron las copias, los mp3 y Napster (yo mismo bajé música por Napster al no encontrar música underground en Venezuela). Aunque me gustaba oír las canciones, me preocupaba mucho por obtener los cds originales a toda costa. Ya saben, mirarlo, tenerlo con sus gráficas a todo color, sus librillos elaborados meticulosamente para disfrute de sus fans. Igual me pasó con las películas, no importaba cuántas veces viera El Señor de los Anillos en el cine, tuve que comprar el DVD edición especial, al igual que Matrix y The Hitchhikers Guide To The Galaxy.

Pero a medida que el mercado pirata se ha apoderado de la industria del video en mi país, y la economía nos impide adquirir los dvds originales, me voy dando cuenta de algo que me parece totalmente aberrante. Las películas, videos y obras de arte audiovisuales se han convertido en juguetes de niños sin valor, en cosas sin sentido para nadie. Analicemos lo que acabo de decir.

Actualmente, la gente puede adquirir por un precio ínfimo un dvd de una película que apenas se está estrenando en el cine. La idea no se oye mala, pero tiene sus consecuencias:


  1. La gente no va al cine: Esto es discutible, aún vemos un volumen de gente que va al cine, y si la gente no fuera, pues ¿qué importa? hay muchos que consideran el cine una actividad sobrepreciada para ver la misma película más grande y con más volumen, pues que se compren un super televisor y unas cornetas grandes. Así que la parte negativa de esta consecuencia es discutible.
  2. La gente no aprecia el arte en lo más mínimo: esto sí creo que es la peor consecuencia.
Ahora la gente es pragmática con el arte. ¿Desde cuándo el arte es pragmático? ¿Desde cuándo se hace arte sólo para perder 2 horas de tiempo?
No es que no exista arte así, pero se ha igualado a todas las películas al mismo nivel. Uno llega a una tienda de dvds piratas, y uno pregunta por una película y la gente te mira raro, como si uno les hablara chino, están demasiado ocupados vendiendo lo que sea que estén vendiendo como para preocuparse por el contenido de lo que están vendiendo. Los DVDs vienen con sonido espantoso, imágenes horrorosas, traducciones increíblemente mediocres y la gente ahora se basa en eso para decidir si la película es "buena" o "mala". Películas como Back to the Future no son nisiquiera consideradas clásicos, son simplemente llamadas "Pésimas" por los nuevos críticos de cine de tarantín. No vale la pena vender nada que no esté YA en el cine, aún a pesar de la pérdida de calidad, y las películas con más de un año de antigüedad son consideradas "demasiado viejas".
La gente termina no entendiendo la propuesta del artista en las películas debido a una mala traducción, una imágen pésima y un sonido intragable, y todo es considerado más soportable que esperar a que salgan a dvd y copiarlas directo de los originales.

La gente ahora no ve las películas, se limita a mirar. Si antes teníamos miedo a convertirnos en simples espectadores por la cultura de palomitas de maíz importada desde USA, ahora nos vemos víctimas de ello, pero no por USA, sino por el consumo abusivo que le estamos dando a algo que antes era arte y que ahora es simplemente una baratija.

Si uno osa decir "prefiero verla cuando salga en dvd, así sea copia pero al menos fidedigna", entonces ahora uno es calificado de aburrido aguafiestas. Se acabó el derecho a querer ver las películas con un mínimo de calidad. Cada vez que me obligan a ver una película nuevecita, como si al negarme estuviera negando también a mi familia y amigos la oportunidad de ser felices y compartir, tiendo a hacer la relación entre esta película (con errores de traducción, errores ortográficos, mala visibilidad y un sonido que pareciera que una almohada obstruyera los parlantes), y los libros que compré cuando tenía 12 años, simplemente no puedo, y me indigna ver cómo la gente pasa todo por alto, como si cada vez más redujeran sus estándares críticos. Pronto veremos imágenes inmóviles en la pantalla por 2 horas y nos parecerá lo mejor que hayamos visto en animación. Se nos acaba la capacidad de exigir cosas mejores, se nos acaba la actividad que antes exigía de nosotros un esfuerzo mental por interpretar lo que el artista nos está comunicando, ya nada de eso importa, ahora sólo importa ver lo último que haya que ver.

Expresiones como "yo vi esa película pero ya no me acuerdo ni de qué se trata", son cada día más comunes, la gente ya no se da ni tiempo de digerir una película, pensarla, comentarla relacionarla. Sólo la miran, y al terminar la sacan del aparato e inmediatamente introducen la siguiente para continuar así un ciclo de olvido masivo.

¿Cómo vas a ver What Dreams May Come sin detallar los colores pasteles? ¿Se puede disfrutar de Great Expectations sin tomar en cuenta las tonalidades de verde usadas? ¿Se puede entender el sarcasmo de Thanks For Smoking con una traducción hecha en las playitas? ¿Cómo alguien de un video club, que jamás había visto películas ni cine japonés en su vida, va a entender por qué Speed Racer es TAN colorida y para niños?

No puedo creer el poco discernimiento que tiene la gente a mi alrededor cuando están haciendo críticas a películas basándose en criterios tan simplistas como "es que era demasiado fantasiosa" o "es que el humor gringo es estúpido".
Nadie se molesta en leer o informarse de lo que están viendo, la historia del cine, sus íconos, sus cliché, los personajes típicos, canciones, escenas, actores y directores que marcaron al mundo del cine, ahora no significan nada para la nueva cultura de consumidores de películas al por mayor.

Hay gente que no sabe que Wall-E es una película con una fuerte crítica a las redes sociales y a nuestro consumo de recursos, dicen que es mala por que el diálogo consiste mayormente en "wall-e" y "Eva". Hay gente que no le gusta Avatar porque es mentira todo, sin siquiera considerar que pueden estarse refiriendo a nosotros mismos, a cómo nos ven los indígenas cuando llegamos a ofrecer "ayuda". Hay gente que no sabe que Titanic es un refrito, o que Tron fue la primera película en utilizar CGI en el mundo.

La gente ya no ve, ni escucha, sólo mira y oye y se contenta con poner caras sin expresión frente a la pantalla para no pensar en más nada. Cada vez nos acercamos más al mundo utópico de Ray Bradbury en Fahrenheit 451. Pronto comenzaremos a desconfiar de los libros.


2 comentarios:

  1. Loco genial el post pienso lo mismo, aunque peliculas como avatar jamaz diria que es buena demasiado cliche es obvio que todo se trata de nosotros como en wall E pero tienes razon

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  2. loco, entiendo tu punto perfectamente, ahora la gente no valora tanto las cosas como hace 15 años o mas, me refiero al arte, vease el caso de la musica o de las peliculas, con respecto a la musica a mi siempre me ha gustado tener los discos originales, y siempre que puedo compro discos originales, pero tambien es una realidad que gracias a internet las cosas han cambiado, y eso se traduce en nuevos metodos de distribucion, siempre existen las dos caras de la moneda, uno como musico underground utiliza estas herramientas para promocionarse y dar su musica a conocer (vease el caso mikitoshi) asi como los grandes artistas sufren porque la gente ya no compra discos. yo creo que es una cuestion de renovarse o morir (me refiero a las disqueras), quienes verdaderamente se ven afectados son las disqueras, ya que si no me equivoco los artistas reciben un porcentaje muy bajo de las ventas de los discos. Aca es casi imposible conseguir un disco, por ejemplo de no use for a name o de blind guardian o cualquier banda que nos guste a nosotros, asi que recurrimos a la red. los musicos siempre encontraran nuevas formas de distribuir su material. ahora con respecto al cine me preocupa mas la cuestion ya que es una industria que requiere mucho dinero para su funcionamiento y la pirateria la esta acabando, a mi tambien me encanta ver peliculas mas que todo clasicas como hitchock kubrick, etc me parece que aquellas peliculas tienen mas alma que el cine que se hace actualmente, pero es un topico muy largo y bueno, me tocara escribir de ello en mi blog ;)

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